8M: Nada que celebrar, mucho por defender
A lo largo de la historia, las mujeres hemos librado diversas luchas reivindicativas poniendo nuestras propias vidas por delante para exigir los derechos que nos corresponden y que son irrenunciables. Este 8 de marzo no tenemos nada que celebrar mientras la violencia continúe naturalizada e invisibilizada, mientras sigamos enfrentando y sobreviviendo a la violencia machista, misógina y patriarcal.
El 8M es una conmemoración para recuperar y recorrer nuestra memoria histórica, para luchar, para alzar la voz, para reconocer y valorar el trabajo que realizamos en todos los territorios. Honramos a todas las mujeres sin distinción alguna: indias, mestizas, afroecuatorianas, montubias, del campo y la ciudad, defensoras, amas de casa, estudiantes, profesionales, jornaleras, trabajadoras, niñas, jóvenes y adultas mayores, mujeres lesbianas, mujeres trans. Sus luchas nos alientan, son nuestras luchas.
Nos convocamos a construir un tejido fuerte y sororo para exigir nuestros derechos por una ley justa y reparadora, reclamando justicia para las que ya no están y, siempre, comprometidas en la acción para lograr la erradicación de todo tipo de violencias contra las mujeres y las niñas.
Mucho por defender, mucho por hacer y por construir. Nada para celebrar.
¡8M: tejidas y hermanadas!
#LeyJustaYReparadora #SiempreJuntasNuncaSolas #8M