Defensoras latinoamericanas exigen que se ratifique el Acuerdo de Escazú y el respeto a sus territorios y sus vidas.
Nosotras, mujeres defensoras de los territorios del Abya Yala, hijas de la Madre Tierra, reunidas en el Encuentro Latinoamericano de Defensoras, realizado los días 6, 7, 8 y 9 de abril de 2019 en Quito, Ecuador, procedentes de diferentes nacionalidades y pueblos indígenas, afrodescendientes, montubios y comunidades campesinas de Ecuador, Perú, Bolivia, Nicaragua, Chile, Colombia y Brasil expresamos nuestro sentir frente a la explotación de la Madre Tierra y al exterminio de nuestros pueblos. Nos plantamos fuertes para rechazar las políticas gubernamentales que violentan de forma sistemática nuestros territorios y nuestros cuerpos. Estas políticas de exterminio responden a intereses del sistema capitalista – patriarcal que se expande y destruye la vida.
Denunciamos que este sistema sirve a los intereses de empresas privadas, de capitales mixtos, transnacionales y multinacionales que lucran a costa de la sangre derramada, la muerte, el despojo de nuestros territorios, el empobrecimiento, el racismo y la exclusión. Esta hidra capitalista que se extiende y permea todo, no solamente extrae el agua, el petróleo, el gas, el oro, entre otros minerales, también invade nuestro pensamiento, nuestro discurso, nuestro accionar individual y nos lleva al exterminio como pueblos, nacionalidades y comunidades.
Nosotras sentimos la vida a través del recorrido del viento, del agua que fluye por su cauce, de la neblina que cubre las montañas, de la alegría de los pájaros, del florecer del maíz y las plantas medicinales que nos sanan. No entendemos la vida sin la fuerza de las mujeres que a diario luchamos, no solo por nuestras familias, sino por nuestra casa grande del Abya Yala; luchamos para ser libres con nuestros pueblos, en camino a la autonomía soñada por nuestros ancestros y ancestras.
Aquí y ahora nosotras exigimos que se cumplan los Acuerdos y Tratados internacionales sobre nuestros derechos, como el Convenio 169 de la OIT, y que se ratifique el Acuerdo de Escazú. Los Estados deben garantizar nuestro derecho a la consulta y a la participación en todas las decisiones que afecten nuestros territorios, nuestras aguas, selvas, montañas, páramos, flora y fauna, así como toda decisión que tenga que ver con reservas naturales, bosques y parques que están dentro de nuestros territorios.
Para nosotras no existe el subsuelo como algo separado de la naturaleza, porque todo es un conjunto de vida que se interrelaciona dinámicamente y por eso nos oponemos a la explotación petrolera, minera, maderera, a las hidroeléctricas, a la venta de carbono, así como a las construcción de todo tipo de infraestructura contaminante. Defendemos la vida y la salud, por eso estamos en contra del envenenamiento de nuestros alimentos con agrotóxicos, transgénicos, monocultivos y rechazamos la fumigación aérea con glifosato y otras sustancias químicas.
Ante estas problemáticas que vivimos en todo el territorio del Abya Yala, exigimos:
1. Que los asambleístas, parlamentarios y gobernantes garanticen y respeten las culturas, modos de vida, usos, costumbres y tradiciones de nuestros pueblos y territorios, es decir, que prioricen la vida de los pueblos y de la naturaleza frente al modelo capitalista. Hacemos énfasis en que no se patenten nuestras semillas, conocimientos, saberes ancestrales y conocimiento propio por parte de cualquier empresa o persona.
2. La anulación de decretos, leyes y normas que amenazan, afectan y vulneran nuestros derechos en favor de intereses empresariales. Que se revise la constitucionalidad de todos los decretos, leyes, resoluciones administrativas y cualquier norma que avale las operaciones extractivistas contrarias a los derechos humanos, especialmente a los derechos de los pueblos y nacionalidades indígenas, afro, montubios, campesinos, de los pueblos indígenas aislados y derechos de la naturaleza.
3. El retiro inmediato de petroleras, la anulación de concesiones mineras, la suspensión de mega obras de infraestructura como carreteras e hidroeléctricas que destruyen nuestros territorios. La eliminación de piscinas de desechos tóxicos producidas por el extractivismo, y que no se reabran los pozos petroleros. Exigimos también la desmilitarización y el retiro de fuerzas de seguridad que están en nuestros territorios.
4. Que se respete y devuelva el derecho al agua a nuestras nacionalidades y pueblos. Rechazamos todos los megaproyectos y obras que cambian y afectan nuestras cuencas hídricas.
5. Que se reconozca nuestro derecho a la autonomía y a la autodeterminación, respetando nuestras propias formas de gobierno y los Planes de Vida que hemos definido para las presentes y futuras generaciones. También que se respeten los territorios de los Pueblos Indígenas en Aislamiento.
6. Que los presidentes y presidentas, asambleas y congresos de todos nuestros países ratifiquen el Acuerdo de Escazú de manera inmediata.
7. El respeto a la vida de las mujeres defensoras, luchadoras, activistas de los territorios y pedimos justicia para las lideresas y líderes que buscamos la liberación de la Madre Tierra.
Nosotras, las mujeres defensoras de los territorios y los derechos humanos, respaldamos todas las luchas y resistencias de los pueblos del Abya Yala; nos convocamos a formar y fortalecer las alianzas entre mujeres por el agua, por la tierra, por la vida, por nuestros hijos e hijas, para hacerle frente al calentamiento global y cambio climático.
¡Basta ya de políticas extractivistas en América Latina!
¡Basta ya de atacarnos, criminalizarnos y violentarnos por ser mujeres defensoras de los territorios!
Quito, 9 de abril de 2019.
#DefensorasNuncaSolas #RaiseHerVoice #Escazu
Algunas imágenes de la conferencia de prensa y de la intervención en la sesión plenaria 583 de la Asamblea Legislativa de Ecuador.