El Pueblo de Sarayaku celebra su histórica fiesta en honor a la Pachamama

 

El pasado 18 y 19 de mayo, Sarayaku revivió un momento crucial de su historia al conmemorar la gran marcha histórica de 1992, un hito donde la nacionalidad Kichwa emergió como protagonista en la lucha por el reconocimiento de los territorios indígenas en la región amazónica.

Textos y fotografías: José Santi, comunicador comunitario Pueblo Sarayaku

Sarayaku, fiesta de la Pachamama, mayo 2024

En 1992 esta gesta se dio gracias a la movilización incansable de hombres y mujeres que alzaron la voz en nombre de la Allpamanta (por la tierra), Kawsaymanta (por la vida) y Jatarishun (levantémonos). La movilización se inició desde diversas comunidades, concentrándose en la sede de la Confederación de Nacionalidades Indígenas de la Amazonía Ecuatoriana (CONFENIAE), en la comunidad de Unión Base. En ese entonces, Antonio Vargas, presidente de la Organización de Pueblos Indígenas de Pastaza (OPIP), actualmente conocida como PAKKIRU, y Luis Macas, presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE), lideraron una marcha que duró más de 30 días hasta llegar a la ciudad de Quito.

El punto culminante de esta travesía fue cuando el presidente de ese entonces, Rodrigo Borja, reconoció la importancia vital de que las naciones originarias fueran reconocidas para asegurar su existencia continua y el ejercicio pleno de su autodeterminación y autogobierno. Para los pueblos indígenas, la tierra es de un valor incalculable, es el corazón de su identidad y cultura.

Durante la conmemoración que realizamos en mayo de 2024, los estudiantes del último año tomaron un juramento solemne, comprometiéndose a preservar y proteger los recursos naturales, así como a valorar y promover la educación propia de cada pueblo. Esta promesa representa un firme compromiso con las futuras generaciones y con el legado ancestral que define a Sarayaku y a sus habitantes.

La celebración de esta conmemoración histórica no solo honra el pasado de lucha y resistencia de Sarayaku, sino que también fortalece su compromiso con la preservación de su territorio y la promoción de su cultura ancestral. Es un recordatorio de que la voz del pueblo, cuando se une en un propósito común, puede lograr grandes transformaciones y asegurar un futuro más justo y sostenible para todos.

El evento culminó con la posesión  de las nuevas autoridades tradicionales, quienes desempeñan un papel crucial en la comunidad, así como con la ceremonia del Gran Amishayki, un árbol lleno de regalos que, con alegría, las mujeres de Sarayaku danzan alrededor hasta desfallecer, para luego llevar los regalos que que ofrece la PACHAMAMA.


Créditos:

Producción: Grupo de Trabajo de Comunicación – Red de Territorios de Vida – TICCA Ecuador

Texto: José Santi del Pueblo Saraku

Edición: Yvets Morales Medina

Fotografías: José Santi

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