Por una Ley De Aborto Por Violación justa y reparadora

 

PRONUNCIAMIENTO DEL MOVIMIENTO DE MUJERES, FEMINISTAS Y DISIDENCIAS SEXUALES

Nosotras y nosotres, en reconocimiento de cada historia de violencias vividas por miles de niñas, adolescentes, mujeres y personas con posibilidad de gestar en Ecuador, y como parte de una lucha histórica sostenida desde la diversidad de organizaciones y movimientos feministas y de disidencias sexuales de todo el país, declaramos que nos mantenemos vigilantes para que se garantice una Ley justa y reparadora de acceso al derecho al Aborto por Violación. Esta Ley debe partir del reconocimiento de nuestra autonomía y del derecho a una vida digna y libre de violencias.

Cada una de esas historias son parte de nuestra historia colectiva

Tukuy ñukanchikuna shuk shuk kawsayta charinchik, shinapash Chay kawsaykunaka tukuykunapan Kan

Reiteramos que nuestra exigencia es por una Ley que contemple la realidad concreta de todas las mujeres y personas con posibilidad de gestar; una Ley que garantice nuestro derecho a la salud integral, a servicios públicos, gratuitos y de calidad, y que constituya un instrumento de reparación y restitución de derechos para todas y todes, especialmente para las víctimas y sobrevivientes de violencia sexual.

En memoria de nuestras muertas y por las que fueron criminalizadas por decidir abortar

Ñukanchik wañushkakunata yuyarishpa, chullushpa llakichik tukushkakunamanta

Queremos recordarle a la Asamblea Nacional que la resolución de la Corte Constitucional dispuso que se construya, debata y apruebe una ley que regule “la interrupción voluntaria del embarazo producto de una violación sexual, con los más altos estándares de deliberación democrática”. Esta Ley también debe tomar en consideración los parámetros recomendados por el derecho internacional y por organismos de Derechos Humanos como el Comité de la CEDAW, DESC, Derechos del Niño, el Comité contra la Tortura, entre otros.

Cualquier obstáculo, norma o política que genere barreras para acceder al aborto por violación, es contrario al objetivo de esta Ley y constituye un condicionamiento al efectivo goce del conjunto de derechos fundamentales y al reconocimiento del principio de igualdad ante la Ley.

Las mujeres y disidencias no somos ciudadanas de segunda categoría

Ñukanchik mana kanchik shukpak washapi sakishka

Establecer plazos significa poner nuevos obstáculos en una causal de por sí excepcional. Los plazos representan un acto de revictimización y de exclusión, por lo tanto, una grave vulneración de los derechos a una vida digna y a la toma de decisiones libres e informadas sobre su salud y vida reproductiva contemplados en la Constitución. Por lo tanto, legislar con base en las realidades y necesidades concretas no solo es urgente, sino sobre todo un acto profundamente ético ante una deuda histórica que el Estado y la sociedad tiene con nosotras y nosotres.

Nadie, bajo ningún concepto o situación debe ser obligada a parir el producto de un crimen

Nimamanta munanchik, manllachishka wawata charinkakpak

Esta Ley representa una forma de reparar a las víctimas y sobrevivientes de violencia sexual, incesto o violaciones correctivas por identidad de género u orientación sexual, que en la mayoría de los casos han sido perpetrados dentro de su entorno familiar, con absoluta impunidad y sin que se garantice el derecho a la no repetición. Esta Ley, además, implica reducir los riesgos ante abortos clandestinos e inseguros, que se han ensañado de manera diferenciada y desproporcionada contra miles de niñas, adolescentes, mujeres de zonas rurales, mujeres empobrecidas del campo y la ciudad, las que habitan alguna discapacidad, las afrodescendientes, migrantes, indígenas y personas disidentes con posibilidad de gestar. Por lo tanto, debe garantizar el acceso al aborto seguro, sin trabas, plazos, ni requisitos innecesarios.

No volveremos a la clandestinidad nunca más

Mana pakakushpa kawsa shunchuk kunanka

Ningún derecho se ha obtenido sin el aporte y la lucha de los movimientos sociales, en nuestro caso, movimiento de mujeres, feministas y disidencias. El derecho al aborto por violación es un mínimo urgente que debió reconocerse en Ecuador hace mucho tiempo. La Asamblea Nacional tiene un reto histórico para responder y diferenciarse de otros períodos legislativos que nos dieron la espalda. No necesitamos retóricas vacías de compromiso por una justicia social y reproductiva que no llega. Necesitamos acciones concretas para legislar para nosotras y nosotres, por nuestras vidas, por nuestra salud y nuestros derechos.

¡Demandamos una Ley que proteja la dignidad y libertad de nuestras vidas!

¡Ally shulluy-kamachiktami mañapanchik, ñukachik llaki illa kawsayta paktachinkapa!

#LeyJustaYReparadora
#AbortoPorViolación
#AsambleaHazHistoria

Ecuador, 11 de enero de 2022.