En el Ecuador la violencia machista sigue acabando con la vida de 1 mujer cada 3 días.
Las cifras de la extrema violencia machista siguen siendo alarmantes en nuestro país. Desde el primero de enero hasta el 5 de mayo de 2019, 35 mujeres fueron violentamente asesinadas por razones de género, y dejando sin madre por lo menos a 45 niños, niñas y adolescentes. En lo que va del 2019, las provincias de Guayas, Cotopaxi y Pichincha presentan el más alto número de femicidios.
Desde el 2014 la tendencia se mantiene: un femicidio cada 3 días, lo que significa que 663 mujeres ya no están.
Mujeres diversas, mujeres jóvenes
Los datos muestran que, aunque el machismo acabe con la vida de mujeres de todas las edades, las mujeres jóvenes son las que corren mayores riesgos, especialmente cuando empiezan a involucrarse en relaciones de pareja y convivencia. En este 2019, el 52% de las mujeres tenía entre 18 a 30 años, el 31% entre 31 y 45 años, el 7% entre 45 y 59 años. Entre las víctimas también hay una menor de edad y una adulta mayor.
Los femicidas más frecuentes
Se suele pintar el femicidio como una tragedia inevitable, sin embargo no es así. La mayoría de los femicidios se comenten en el marco de relaciones sentimentales violentas. El 89% de los femicidios del 2019 ha sido cometido por las parejas y ex-parejas, novios y esposos. Después de cometer el crimen, 4 de los femicidas se suicidaron y 2 más lo intentaron.
El 26% de las mujeres ya habían reportado antecedentes de violencia, intentando pedir ayuda al sistema público, sin obtener resultados. Además, en el 28% de los casos, las víctimas fueron reportadas previamente como desaparecidas. Estos datos confirman que el Estado aún no asume su responsabilidad de proteger las vidas de las mujeres con acciones inmediatas, concretas y reales. El Estado es responsable de estos femi(ni)cidios mientras no cuente con herramientas efectivas y oportunas de atención y protección para ayudar a las mujeres que intentan salir de la violencia, o si no las busca cuando son reportadas como desaparecidas.
También existe un 11% de muertes violentas de mujeres en manos de terceras personas o desconocidos, lo que demuestra que todas, sin excepción, estamos expuestas diariamente.
Muertes que no deben pasar desapercibidas.
Es importante entender que la violencia contra las mujeres no es parte de la violencia social en general. Las armas utilizadas y las formas tan cruentas en que ocurren estos femicidios demuestran la extrema violencia que acompaña estos hechos, y el uso del cuerpo de las mujeres como territorio de subordinación, control, venganza y odio. Las mayoría de las mujeres fueron apuñaladas (42%), estranguladas (20%), asfixiadas (17%), degolladas o golpeadas, según evidencian las cifras del 2019.
Demandamos:
Un femicidio cada 3 días, 35 femicidios hasta el 5 de mayo de 2019, 663 femicidios desde el 2014 es una realidad demasiado dura que revela que la extrema violencia por razones de género en el Ecuador es REAL, y que requiere de un compromiso urgente de parte del Estado y de la sociedad civil en su conjunto. Son proyectos de vida, historias y voces que ya no están, vidas que seguimos perdiendo y familias que se enfrentan a una situación de catástrofe. Por eso:
Exigimos que el Estado Ecuatoriano asuma su responsabilidad de proteger las vidas de las mujeres con acciones inmediatas, concretas y reales.
Demandamos que se asigne todo el presupuesto necesario para la implementación de la Ley Orgánica Integral de Prevención y Erradicación de la Violencia hacia las Mujeres.
Alianza para el monitoreo y mapeo de los femicidios
Este monitoreo es realizado por organizaciones de la sociedad civil: la Red de Casas de Acogida, la Comisión Ecuménica de los Derechos Humanos (CEDHU), el Taller de Comunicación Mujer y la Fundación ALDEA. CoPPA, Coordinadora de Profesionales por la Prevención de Abusos, es colaborador de esta iniciativa.
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